EL ESTANTE DE KOREANDER ES UN LUGAR CUALQUIERA, DONDE SE TRANSCRIBEN LOS PENSAMIENTOS PARA EVITAR QUE SE PIERDAN EN EL OLVIDO.

sábado, 22 de noviembre de 2014

MÚSICA










MÚSICA

Poemas como este
tienes a millones.
Por supuesto,
mejores.
E incluso incontables
canciones te han compuesto.

Si es que jamás
el ser humano
cesará en tus triunfos
de vanagloriarse.
Por millones de años
que exista.

Recubierta de misterio
milenario
y exhalando
aroma de contradicciones,
campas a tus anchas.
Libre. Tus secretos
ocultando.

Tu artificio:
la exacta combinación
de sonidos en el tiempo.
Más que variables.
Más que arte.
Magia.

viernes, 14 de noviembre de 2014

CORAZÓN









CORAZÓN

Corazón,
¿de qué huyes?
¿De qué te ocultas?
Sin duda,
algo escondes
en tus recovecos.

No quiero creerlo,
pero, ¿son congojas
lo que arrastra
tu torrente?
¡Odioso sedimento!

Tú, tranquilo.
Cálmate. Respira.
Elévate
sobre tus miserias
y en lo alto,
contempla el mundo.
Hazlo tuyo.

Ves.
Si quieres,
puedes.

viernes, 7 de noviembre de 2014

SONRISAS Y MUCHOS BESOS








SONRISAS Y MUCHOS BESOS

Ningún día me preocupo
de estar CONTENTO,
salvo aquel
en el que me abandonan
las fuerzas y mi mente
decae.

¿Tristeza? ¿Desánimo?
¿Qué son? ¿Dónde están?
Si siempre queda FUERZA
en flaqueza abisal.
Si todos los días
sale el SOL,
aunque haya nubarrones.

¡Ay, solecillo!
¡Solete!
Te canto,
y nunca me canso
de elogiarte en CANTOS
como este.
¡Qué gran filosofía la tuya!

Al despertar SONRISAS,
SONRISAS al dormirme;
y muchos, muchos BESOS.
¿Cuántos?
Uno detrás de otro.

viernes, 31 de octubre de 2014

LA NOCHE DE . . .









LA NOCHE DE ...

Entreabierta la cortina,
en una veta grisácea,
queda la calle:
silenciosa,
diríase que muerta.
A oscuras,
el vaho empaña los cristales
y, más allá de la esquina,
se observa un tímido ir-y-venir
de sombras.

El campanario eléctrico
truena las doce.
Es la noche de difuntos.

A cubierto, en escondrijo
de sábana:
a ti parca “huesuda,
te digo, ¡márchate!”;
y al miedo “sucio,
¡vete por donde
has venido!”. Esta noche
no hay más difuntos,
ni espectros,
ni tristes compañas.
Es Halloween. 


¡Feliz Halloween a tod@s!

sábado, 27 de julio de 2013

EL LIBRO



EL LIBRO


El libro se abrió,
y sus hojas aguardaban
en blanco.
Por sus cubiertas simplonas
y su lomo recién hilvanado
empezó a garabatear,
como tosco cincel,
la pluma.

Alegres son
las palabras que emplea,
unas veces;
otrora, es triste
su dicción. Pero
siempre real,
en apariencia,
como la vida misma.

Nací con los calores,
apenas entrada
la canícula;
y ahora,
sin tino,
escribo versos
como legado
de mi pequeño
cursus honorum.
Cuántos sueños
a mitad del camino:
malhadados unos;
otros, con orgullo digo,
conseguidos.

Qué hermosos aquellos
que quedan por cumplir,
y que la pluma no
sabe; pero que
juntando palabras,
escribe versos, que
componen estrofas.
Y en sus torcidas
líneas de mala
caligrafía, no
me cabe duda,
aunque lo supongo,
se esconden ateridos;
y cuando se
cumplen, desaparecen
como fugaces.



 Por mi cumpleaños...


miércoles, 24 de octubre de 2012

A QUIEN ME LEYERA



A QUIEN ME LEYERA


A quien mirase.
Con ojos abiertos,
recuerdos de pensadero.
A quien indagase,
y en la pesadilla descubriese
carboncillos de qué
y cuándo emborronados. 

Lienzos de azul cielo
y nubes de azúcar,
de risas reverberadas
y felicidad glandulosa.
Vivos recuerdos hermosísimos,
hoy desfigurados
en trastos mundanos,
sucios y polvorientos.
Caídos como ángeles,
en olvidos de desván
y roeduras de ratones.

A quien me leyera,
que en el olvido perdone
las palabras agolpadas,
los desaciertos del alma
y los desvaríos poéticos.
Porque, poeta,
el alma en desgracia
no descansa,
se resquebraja
y, en el día a día,
sola sangra.

Entre barullo de notas,
cúmulo de palabras
y miserias espinadas,
se abren paso esos versos.
Su resonar, alto y claro:
“Si hay que ser sincero,
el hombre no va a cambiar.
Todo empieza en un te-quiero,
y termina en un dolor”.



viernes, 21 de septiembre de 2012

EL CASTILLO



EL CASTILLO


Era hermoso, ¿lo recuerdas?
Con sus altas torres
de esbeltez recortada
a la luz de la luna.
Felices paseábamos cobijados
por las madreselvas de sus muros.
¡Qué fulgurantes sus ventanales!
¡Cuántos besos los nuestros
en el umbral de sus portalones!

En su esplendor, se derrumbó
en estruendo silencioso
de escombros inexistentes.
En mis manos, sus vestigios:
humo de hoguera,
polvo de camino,
nada. Solo lágrimas.

Regálame tu sonrisa,
hálito de mi corazón,
fuerza de mis músculos;
y levantaré cimientos
sempiternos.

Regálame las caricias
de tus manos,
los besos
de tus labios,
la comprensión
de tus ojos;
y juntos recordaremos
ante el nuevo esplendor,
el antiguo decadente.



 Este es un poema sobre esos castillos de humo que nos construimos para vivir, y sobre la persona que está a nuestro lado cuando se derrumban. Dedicado a mi niña.